ANALISIS. EL ROL DE LOS MEDIOS

Las grandes empresas locales, las transnacionales, grandes organizaciones gremiales apostaron a las encuestas que bombardearon la campaña con versiones antojadizas, fakes news e interpretaciones engañosas sobre los contenidos del texto constitucional puesto en votación ante la ciudadanía.

José Luis Córdova. Periodista. Bastante lamentable resultó el rol de la televisión -y en verdad de la mayoría de los medios de alcance nacional- en el plebiscito de salida del proceso constitucional que rechazó la propuesta constitucional de la Convención.

Las grandes empresas locales, las transnacionales, grandes organizaciones gremiales apostaron a las encuestas que bombardearon la campaña con versiones antojadizas, fakes news e interpretaciones engañosas sobre los contenidos del texto constitucional puesto en votación ante la ciudadanía.

La televisión desaprovechó una oportunidad para servir a la comunidad, entregando información fidedigna sobre los capítulos y el articulado votado por la inmensa mayoría de los integrantes de las sesiones plenarias de la Convención.

Representantes de la “vieja política” como Matías Walker, Soledad Alvear, Ximena Rincón, Andrés Velasco, Cristian Warken se pasearon por los canales de televisión profiriendo inexactitudes y francas mentiras sobre diversos contenidos, especialmente la plurinacionalidad, el derecho de propiedad, la vivienda y los fondos previsionales con afirmaciones engañosas.

Una vez más, las empresas de encuestas de opinión demostraron la fragilidad de sus resultados, sin explicitar siquiera las metodologías usadas para lograr los resultados que les proponían sus mandantes y financistas privados.

Ahora se abre una nueva etapa en el crucial proceso constitucional que debería culminar con un pacto social renovado que asegure las transformaciones de fondo que exige la ciudadanía en las calles y que se hace imperiosa para mejorar las condiciones de vida de la gente y la responsabilidad de las instituciones gravemente dañada por desidia, imprudencia, abusos y corrupción por parte de distintas autoridades en los últimos períodos.

Los canales de televisión deben dejar de hacerse eco de rumores, campañas soterradas y juicios temerarios contra el Gobierno del Presidente Boric que tiene el mandato de reformar el aparato del estado, proteger los derechos sociales y la convivencia entre las diferentes naciones que habitan nuestro territorio.

La única decisión importante tomada por los canales de televisión abierta fue -¡Oh descubrimiento o invento!- unir los esfuerzos de sus respectivos departamentos de prensa con los equipos periodísticos de los programas matinales.

Por ejemplo en TVN -no olvidar que es un “canal público”- la gran novedad fue la aparición del periodista Eduardo Fuentes (desvinculado de La Red), junto a Iván Núñez, Constanza Santamaría, Karen Doggenweiler, Gustavo Huerta, Carla Zunino y los conductores de “Buenos días a todos”, Gonzalo Ramírez, Carolina Escobar y Rafael Venegas.

Canal 13 había anunciado el despliegue de un centenar de personas con Mirna Schindler y la “suspendida” Ángeles Araya del matinal “Tu día” y Priscilla Vargas -debutante en terreno- con Mónica Pérez e Iván Valenzuela.

En CHV Macarena Pizarro, Daniel Matamala, con Julio César Rodríguez, Roberto Cox y Monserrat Álvarez mientras en sus ex socios de CNN compartieron Matilde Burgos, Fresia Soltof y Mónica Rincón con Fernando Paulsen, Viviana Encina, Karina Alvarez, Nicolás Paut y Humberto Sichel. Todos estos periodistas convertidos -por arte de magia- en analistas y pensadores políticos intelectuales.

Ya conocidos los resultados -y el triunfo indiscutible del rechazo- los análisis se realizaron en espacios conocidos como “Radiografía constitucional”, “24 Debates”, (24 horas), “Tú decides” (canal 13), “Tolerancia Cero” (CHV) y ediciones especiales de programas anteriormente dedicados a la convención y al texto constitucional reiterando los sesgos críticos y hasta malintencionados que orientaron toda la campaña desde el inicio del proceso. Una lástima para la democracia y el derecho a la comunicación.