Así lo expresó el jefe del Ejecutivo, Gabriel Boric, quien añadió que el mandatario muerto hace 50 años defendiendo la democracia dejó de ser “sólo de Chile y se convierte en un símbolo universal de todos los luchadores y luchadoras por la justicia, la igualdad, la libertad, la democracia como demuestran los múltiples homenajes que a lo largo y ancho del mundo se le están haciendo en este momento”. El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de visita en el país, afirmó que Salvador Allende “nos dejó muchas lecciones de humanismo, dignidad y democracia”.
Desde este día, en el interior de la mítica puerta de calle Morandé 80, del palacio presidencial de La Moneda, están simbólicamente colocados los zapatos que el Presidente Salvador Allende llevaba el día que defendió la Casa de Gobierno del ataque de militares golpistas. “El caminar de un demócrata” se denomina la instalación.
El sitio fue inaugurado en esta fecha por el jefe del Ejecutivo, Gabriel Boric, quien volvió a destacar la estatura de demócrata y estadista de Allende.
Fue “un demócrata intachable, un luchador social y un referente para quienes creemos en un Chile mejor y un mundo mejor”, destacó el mandatario sobre el Presidente de la República derrocado hace 50 años.
Gabriel Boric enfatizó: “Colocado en un tránsito histórico, el Presidente de Chile deja de ser sólo de Chile y se convierte en un símbolo universal de todos los luchadores y luchadoras por la justicia, la igualdad, la libertad, la democracia como demuestran los múltiples homenajes que a lo largo y ancho del mundo se le están haciendo en este momento”.
Sobre el espacio con los zapatos del exjefe de Estado, cuyo cuerpo fue sacado por Morandé 80, el jefe del Ejecutivo resaltó que “refleja de andar vital, su decisión inquebrantable de cumplir el mandato que el pueblo le entregara”.
El mandatario, recordando las últimas palabras de Salvador Allende, manifestó que “cuando apostamos por una democracia en permanente ampliación y revisión, escuchamos el metal tranquilo de su voz que nos decía ‘siempre estaré junto a ustedes’, ese murmullo lejano pero perceptible de Salvador Allende Gossens”.
“El Presidente Allende hace medio siglo encarnó en su hora final la justa lucha por un futuro más libre y humano no solamente para los chilenos y chilenos sino para millones de hombres y mujeres alrededor de todo el mundo. Es por eso que hoy sin vergüenza y con orgullo se le honra y se le recuerda”, recalcó Boric.
Agregó que Allende “encarna la convicción y la esperanza de que es posible construir una convivencia que reconozca la enorme diversidad de nuestras sociedades y que cree condiciones para el desarrollo de todos y todas”.
En la ceremonia participaron familiares del Presidente Allende, entre ellas su hija, Isabel Allende, y la ministra de Defensa y nieta del mandatario, Maya Fernández Allende.
De visita en Chile por la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró que “el Presidente chileno, Salvador Allende, que todavía gobierna con su ejemplo, es el dirigente extranjero que más admiro, quien más sentimientos me genera, fue un humanista, un hombre bueno, víctima de canallas”.
“Se decía en aquel tiempo, hablando precisamente del Presidente Allende, que ser joven y no ser revolucionario era una contradicción, pero ser revolucionario no necesariamente implica tomar las armas” expresó el mandatario mexicano y añadió: “El propio Presidente Allende eligió un camino diferente, aun cuando muchos opinaban que sólo mediante las armas podía mantenerse en la presidencia y evitar que lo asesinaran. Él era un pacifista, por eso aquello fue un crimen horrendo”.
López Obrador reflexionó: “El que opta por la lucha armada sabe que se trata de vencer o morir, pero el que no quiere la violencia para su pueblo, ni para nadie, y ve con profundo respeto, con profundo amor incluso al adversario, no merece ser tratado de esa manera. La traición de Augusto Pinochet fue abominable, es una mancha que no se borra ni con todo ni con toda el agua de los océanos”.
El jefe de Estado de México señaló que “el Presidente Allende nos dejó muchas lecciones de humanismo, dignidad y democracia. De él aprendimos que la mejor forma de lograr una verdadera transformación depende mucho del esfuerzo que hagamos para despertar la conciencia cívica, del cambio de mentalidad en nuestros pueblos, no sólo de un grupo o una minoría, sino de amplios sectores de la población, de una mayoría lo suficientemente poderosa para establecer un nuevo orden social y político”.
Fuente: El Siglo