“El dirigente comunista valoró el resultado del plebiscito por el rechazo a la propuesta constitucional conservadora y el trabajo territorial y de las militancias de partidos del oficialismo, pero ahora, indicó, “si uno quiere bajar la pelota al piso, la tiene que bajar de verdad, sino, la gente va a reaccionar”. Dijo que “si queremos seguir conectando con esa ciudadanía, desde el Gobierno y los partidos, debiéramos abocarnos a enfrentar de una mucho mejor manera los temas de narcotráfico, seguridad, pensiones, contribuciones a favor de los municipios”. El integrante de la Comisión Política del Partido Comunista apuntó: “Hay que trabajar fuerte y duro para ver de dónde salen recursos, pero de que se requieren, se requieren. Si no, le estamos haciendo la pega a la gente que está fascinada con la macroeconomía, la estabilidad macro, y vamos a terminar el Gobierno con una ciudadanía descontenta, enrabiada”. De paso advirtió que toda la derecha está en “una posición de boicot desde el Parlamento, ésa es la táctica, boicotear desde el Parlamento, boicotear los proyectos, las reformas” del Gobierno.
Juan Andrés Lagos, miembro de la Comisión Política del Partido Comunista, sostuvo una entrevista con los directores de Radio Nuevo Mundo y El Siglo, Julio Ugas y Hugo Guzmán, respectivamente, y los siguientes son párrafos destacados de sus declaraciones:
“El pueblo votó por rechazar algo que le iba a hacer la vida mucho más difícil”
“Se rechazó un texto, es así de concreto. Por lo tanto, me parece un poquito vergonzante que haya gente que se dice de izquierda, de centro o de derecha, que dicen que nadie ganó, que nadie perdió. Es súper curioso. Si fue un texto que fue derrotado, en una campaña corta pero llena de contenido. En la primera etapa de la campaña, la derecha, la oligarquía, el gran empresariado, los medios hegemónicos, intentaron defender el texto, pero se les fue en collera. Y empezaron a quedar en el debate cuestiones tan sustantivas como una opinión generalizada que se fue haciendo más grande, como el riesgo que ponía el texto para combatir el narcotráfico, el lavado de dinero y el crimen organizado. Pasó lo mismo con lo de ‘papito corazón’, con el peligro de afectar la ley de aborto en tres causales, con el tema de eliminar las contribuciones y la afectación de eso a los municipios. La constitucionalización de las Isapres y las AFP. Todo eso generó una reacción tremenda.
Hay cosas patéticas. Hay gente que dice en los análisis que fueron derrotados los polos, ¿cuáles polos?; que fueron derrotados los extremos, ¿qué extremos? Si la ciudadanía votó en contra del texto por razones concretas. Nadie de la gente que votó En Contra tenía en su cabeza eso de los polos, de los extremos. El pueblo chileno votó por rechazar algo que le iba a hacer la vida mucho más difícil.
Esta es una derrota a la manada mediática, a la hegemonía mediática. Hace mucho tiempo que esto no ocurría, porque es evidente que la hegemonía mediática trabajó por el A Favor de una manera impresionante. Sin embargo, el resultado fue otro”.
“El gran desafío” de estar en los territorios
“Si hay algo que destacar en esta campaña es el trabajo en redes sociales, el trabajo territorial, yo me inclino con emoción ante el trabajo que hicieron las militancias de todas las fuerzas políticas, la gente independiente. Hubo gente que no trabajó, que no hicieron nada, militancia y no militancia. Pero hubo gente que sí trabajó, que se sacaron la cresta, trabajaron mucho. Nosotros orientamos a que no se usaran banderas de los partidos, y la militancia lo comprendió y lo asumió súper bien, eso es inédito. Se asumió que había que ir a dialogar con esos cinco millones de personas que no votaban, que había que escucharlas, tener una interacción empática, y eso tuvo su efecto. Las vocerías tuvieron su efecto importante, las que se hicieron en distintos planos, todas tuvieron una direccionalidad.
La primera campaña, del plebiscito anterior, tuvimos una ‘campaña espejo’, es decir, que nos hablamos a nosotros mismos. Ese fue el principal problema y el tremendo error de esa campaña. Aprendimos de ese error. Hay un punto de referencia que los partidos debemos mirar con un sentido de referencia muy crítico y autocrítico, y es que no hablábamos con esos cinco millones de personas que no votaban, y que ahora votan por el voto obligatorio. Seamos francos, muchas veces los análisis electorales eran sobre la base del voto voluntario, donde sabíamos cómo votaban e íbamos a esos sectores. Los demás quedaban fuera. Vimos que los territorios son parte de las redes sociales. El trabajo territorial es muy importante en estos tiempos, y debemos apurar el tranco, es un desafío para todos los partidos. Hay un trabajo que hacer de diagnóstico, de las orgánicas, de las estructuras, hay muchas experiencias relevantes.
El gran desafío para nosotras y nosotros es irnos a los territorios, tenemos que ir a vivirnos a los territorios, estar ahí, es una metáfora, significa ir, compartir, actuar, con ese mundo. Lo que hay que hacer es lo que hacía (Luis Emilio) Recabarren, lo que ha hecho el Partido Comunista en su historia, hablarle a la ciudadanía, que primero nos mirará con sospecha, pero a lo mejor nos va a escuchar. Hay que ir donde no te aplauden, y tenemos que ir a trabajar. Este resultado es una tremenda oportunidad”.
Abocarse a los temas que le interesan a la gente
“El voto En Contra fue de rechazo a cosas muy concreta del texto (constitucional). Entonces, si queremos seguir conectando con esa ciudadanía, desde el Gobierno y los partidos, debiéramos abocarnos a enfrentar de una mucho mejor manera los temas de narcotráfico, seguridad, pensiones, contribuciones a favor de los municipios. Quedaron botando temas muy importantes y la ciudadanía votó por ese tipo de cosas.
Entonces, la forma de ir sintonizando con las personas va a ser decisiva para cualquier evento electoral. Si nos demoramos mucho, hablo de meses, puede quedar la crema, porque estas personas no lo están pasando bien, la están pasando muy mal, hay mucha cesantía, hay mucha carencia, el poder adquisitivo está malo. Creo que nuestro Gobierno tiene que aprender la lección. En el plebiscito anterior ya la derecha y los medios hegemónicos establecieron ante la gente que el responsable de una mala situación era el Gobierno y la gente votó Rechazo. No hay mucho espacio para inventar cosas, más que pragmáticos, me inclino por la idea de (Vladimir Ilich) Lenin y de (Luis Emilio) Recabarren de trabajar con la conciencia real de la ciudadanía, y de las masas reales, no de las ficticias y terminemos con eso de que la gente es tonta, que no sabe lo que vota, eso no sirve absolutamente de nada”.
La táctica de la derecha es boicotear al Gobierno
“Toda la derecha tomó posición. (Javier) Macaya (UDI), la gente de Renovación Nacional, los Republicanos están en un reacomodo pero están en la misma, ya lo dijeron, están en una posición de boicot desde el Parlamento, ésa es la táctica, boicotear desde el Parlamento, boicotear los proyectos, las reformas. ¿Qué se hace ante esa situación? Lo primero es denunciar eso, elevar más la voz. Porque la ciudadanía que votó En Contra no tiene tan claro quiénes son las responsables del boicot y eso corresponde mucho lo que hagamos los partidos y el Gobierno. Hemos sido muy limitados, muy inhibidos. Esto de haber creído que durante el proceso constitucional había una derecha democrática y miremos el resultado, ellos se ordenaron políticamente, generaron una direccionalidad y trataron de imponer una Constitución.
Si hubiera ganado el A Favor, estaríamos en una situación política muy, muy compleja, de cuestionamiento total al Gobierno, partiendo por el Presidente (Gabriel Boric) y de hecho lo intentaron hacer durante la campaña. Esa asociación perversa de que Boric vota En Contra, por lo tanto había que votar A Favor, la hicieron para eso. Eso no implica no conversar, dar portazos, no, pero decirle claramente a la ciudadanía que si hay proyectos que se caen es por responsabilidad de un sector político que los boicotea. En ninguna parte del mundo un Parlamento tiene como función boicotear”.
Los decisivos desafíos del oficialismo
“Tenemos el gran desafío de hacer avanzar políticas públicas que refieran a los grandes temas que a la ciudadanía le importan y que no pasen por el Parlamento. Desde el punto de vista de los recursos, y menciono directamente al Ministerio de Hacienda, se requieren recursos frescos para enfrentar temas de salud, de seguridad, de educación. Hay que trabajar fuerte y duro para ver de dónde salen esos recursos, pero de que se requieren, se requieren. Si no, le estamos haciendo la pega a la gente que está fascinada con la macroeconomía, la estabilidad macro, y vamos a terminar el Gobierno con una ciudadanía descontenta, enrabiada, y eso no debe ser así. El diagnóstico es que las personas que votaron En Contra la están pasando mal, no la están pasando bien, no votaron En Contra por defender algo, votaron En Contra porque quisieron rechazar algo. Porque no quieren vivir peor de lo que están, no quieren que se les cierren las puertas para tratar de vivir mejor, ésa es la situación real, hay que tener conciencia de eso. Si uno quiere bajar la pelota al piso, la tiene que bajar de verdad, sino, la gente va a reaccionar.
La experiencia de esta campaña, en su mérito y en su límite, deja una experiencia unitaria bien interesante. Ahora, la derecha no sacó un mal resultado electoral, ellos lo saben y nosotros debiéramos saberlo también. Fue un plebiscito y vienen elecciones donde se vota por personas, por partidos. Yo no lo comparto, pero hubo alcaldesas y alcaldes muy destacados de nuestro sector que no hicieron nada por el En Contra, otros sí lo hicieron.
Necesitamos avanzar a un conglomerado en donde no puede ser excluido nadie. Por ejemplo, nuestra vocera era Carolina Leitao, democratacristiana, presidenta de la asociación de municipios, alcaldesa de Peñalolén, y lo hizo súper bien, trabajamos con ella todos los días, interactuamos, hubo mucha gente que trabajó y votó En Contra que no están siquiera en los dos conglomerados oficialistas. Quiero recordar que hubo todo un trabajo de redes sociales que provino de la Lista del Pueblo, que con mucha crítica a nuestro Gobierno y a nuestros partidos, se pusieron y se sacaron la cresta trabajando en esta campaña.
Entonces el desafío no es menor y no es fácil, pero hay que hacerlo, para generar una sinergia y una convergencia de fuerzas políticas, que hoy día no existe y está bastante fragmentada. Pero esta experiencia que hubo demuestra que hay posibilidades de avanzar en esa dirección. Ahora, es una unidad que debe tener contenido, porque de otra manera cómo nos vamos a poner de acuerdo. Y los contenidos deben ser claros. En Chile se necesita una correlación de fuerzas que de verdad le cambie el carácter al Estado, porque si no lo hacemos, vamos a seguir pegándonos contra la muralla y la derecha en eso es experta. Tenemos que tener una mirada táctica y estratégica. Si logramos un triunfo electoral municipal, se abre la posibilidad hacia un nuevo Parlamento y hacia un nuevo Gobierno. Si perdemos las municipales, creo que la cosa se nos pone cuesta arriba y las municipales las tenemos encima, menos de un año”.