Más de 100 estudiantes participaron de talleres en la naturaleza para promover una buena salud mental

Iniciativa del Núcleo Milenio Imhay desarrollada en el Museo Interactivo Mirador (MIM), apuntó a visibilizar que el contacto y conexión con la naturaleza es capaz de fomentar un mayor bienestar en adolescentes y jóvenes, tal como lo ha demostrado la evidencia científica nacional e internacional.

 Con la participación de más de un centenar de alumnos de diversas comunas de la Región Metropolitana, se llevó a cabo el Taller “Naturaleza Urbana y Bienestar: Conecta tus Sentidos” en el Museo Interactivo Mirador (MIM). La iniciativa del Núcleo Milenio Imhay en alianza con el Centro de Gestión Ambiental y Biodiversidad de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (FAVET) de la Universidad de Chile, buscó visibilizar que el contacto y conexión con la naturaleza pueden ser un espacio accesible y capaz de promover un mayor bienestar en la juventud.

“La relación de la naturaleza con la salud mental es un área de investigación que se ha desarrollado en los últimos años y, en este sentido, Imhay ha iniciado una línea de trabajo evaluando el impacto y los efectos del contacto con la naturaleza en el bienestar de adolescentes y jóvenes. Esta actividad de proyección con medio externo, busca seguir esa línea de trabajo, entendiendo y compartiendo la experiencia subjetiva de jóvenes en contacto con la naturaleza”, destaca el Dr. Álvaro Langer Herrera, director alterno de Imhay y académico de la Universidad San Sebastián.

Según ha establecido la evidencia científica a nivel internacional y también la que está generando el Núcleo Milenio Imhay, existe una estrecha relación entre el contacto con la naturaleza y un mayor bienestar, siendo, algunos de los efectos positivos de la naturaleza en la salud mental de las personas: la reducción de los niveles de ansiedad y depresión; reducción de las hormonas del estrés; mejoramiento el estado de ánimo, el humor y la autoestima; ayudando además en la conciliación del sueño, entre otros beneficios.

“Considerando que gran parte de la población actualmente vive en ciudades, es importante desarrollar actividades que permitan identificar y valorar la naturaleza presente en el entorno próximo sin necesariamente tener que salir de la ciudad para sentirse mejor”, indica el Dr. Langer.

De esta manera, el taller, donde participaron estudiantes del Instituto Nacional de Santiago, Colegio Alberto Blest Gana de San Ramón, Colegio María Elena de La Florida y Colegio Marista Marcelino Champagnat de La Pintana, buscó generar un espacio para que los jóvenes reconocieran y experimentaran la naturaleza urbana a través del uso de los sentidos, con el objetivo de promover la reflexión y el vínculo con la biodiversidad urbana como un elemento clave para el bienestar individual, colectivo y ecosistémico.

“Justamente, la dificultad o el desafío es esta conexión. Yo puedo estar en un espacio natural pero desatento y eso no necesariamente va a implicar que yo pueda tener esos beneficios. Por esto, la intención es que tengan estas actividades experienciales que quedan en el cuerpo como vivencia y que ellos puedan después comentar ‘tuve una experiencia donde fui a un lugar de naturaleza y me conecté con elementos importantes para mí, como una hoja de un árbol especifico, una piedra en particular y algo de estar realmente ahí me hizo sentir bien. Esto es muy importante a nivel de promoción de la salud y del bienestar para que los jóvenes sientan que es algo que está al alcance de sus manos”, puntualiza el director alterno de Imhay.

Positivas valoraciones y guía práctica

 En sectores urbanos existen oportunidades para favorecer la conexión con la naturaleza. El aprender a identificar, valorar y conectarse con la biodiversidad del entorno próximo, ya sea en la propia casa, plazas, parques, colegios, entre otros, se transforma en una manera fácil y accesible para favorecer un mayor bienestar.

“El taller ha sido gratificante, enriquecedor y desafiante. El bosque que existe en el MIM nos regaló espacios de mucha conexión, mostrando que en el día a día los jóvenes se pueden conectar de otra forma para ayudarse a sí mismos. Entonces, ahora ellos se llevan esto como ejercicio de que caminar a veces un poco más lento en la ciudad nos permite estar en el presente y conectar también con esta biodiversidad urbana que nos va nutriendo y puede ser un aporte para contenernos. Eso es lo más relevante y a partir de ahí pueden también ver a esta ciudad como un elemento que puede ser parte de su bienestar”, señala Constanza Cabello, profesional del Centro de Gestión Ambiental y Biodiversidad de FAVET-UCH.

Respecto de la valoración que las y los estudiantes de 7° a 2° medio realizaron a esta iniciativa, desarrollada por Imhay gracias al financiamiento de la Iniciativa Científica Milenio del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación a través de su programa de Proyección al Medio Externo, algunos comentarios realizados por los jóvenes participantes fueron “me sentí más tranquila, pude oler cosas que no huelo día a día”, “podría seguir haciendo esto en el día a día, en un  parque, cerca del colegio”, “pude bajar mis niveles de estrés gracias a la naturaleza”, “me pude concentrar en lo que hay alrededor mío y eso me ayudó a relajarme”.

Esta apreciación también fue manifestada por las y los docentes que acompañaron en la actividad a los jóvenes. “Lo que más valoré de la actividad es que los estudiantes tuvieran un espacio de conexión con la naturaleza y crearan habilidades para desarrollar la atención que es tan importante hoy en día, un espacio en el que se autoconocieran y se vincularan con los otros. En los colegios, por ser tantos alumnos y seguir día a día las clases, no se generan estos espacios”, destacó Angélica Romero, docente de ciencias del Colegio Alberto Blest Gana.

Cabe destacar que próximamente el Núcleo Milenio Imhay publicará gratuitamente una guía práctica sobre naturaleza urbana y bienestar, la que entregará información e incorporará actividades que puedan desarrollarse en el entorno próximo de las personas, como en sus propias casas, colegios, parques, plazas y otros espacios urbanos que pueden contribuir a una mejor salud mental. El documento entregará claves que permitan identificar aquellos elementos de la naturaleza urbana que muchas veces pasan desapercibidos, e incluirá instructivos simples para la realización de actividades lúdicas y reflexivas.

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