El Deber de Memoria sigue ahí, no se irá nunca. El número de víctimas es muy, muy alto, pero de Arica a Magallanes hay lugar para rendirle homenaje a todos.
escribe Hugo Farias Moya – 28 de noviembre de 2023
Siempre que se escucha o se lee la palabra puente se asocia al progreso, a la unión de pueblos, de comunidades. Se asocia a la conectividad y el desarrollo. En estricto rigor es la construcción que se levanta sobre una depresión del terreno (río, canal, foso, etc.) y que permite comunicar dos territorios. Existen variedad de puentes construidos de diferentes materiales de construcción, como madera, de hormigón o de cuerdas, pero cumplen la misma función, de unir comunidades. Existen puentes de acceso vehicular o peatonal. En resumen, los puentes hacen de nuestra existencia un mejor lugar para vivir.
Existen puentes muy famosos que han sido objeto de libros, películas, poemas, grandes amoríos y también de grandes tragedias. Entre estos últimos podemos mencionar el puente Bulnes, que cruza el rio Mapocho, en el sector de la carretera Panamericana. El puente Bulnes fue testigo de las mayores masacres ocurridas durante la dictadura cívico militar de Pinochet, entre septiembre y octubre de 1973. Se cuenta, por documentos oficiales, que fueron asesinados por fusilamiento cerca de cien personas, entre niños, mujeres embarazadas, obreros, mujeres, jóvenes. Estas víctimas habían sido previamente torturadas antes de ser fusiladas. Posteriormente fueron lanzadas al rio Mapocho. Muchos de ellos son detenidos desaparecidos.
Otro puente no tan famoso, pero los que sufrimos los horrores de la dictadura nos acordamos muy nítidamente. Me refiero al puente Loreto, que también cruza el rio Mapocho a la altura del museo de Bellas Artes, cerca de la estación del Metro del mismo nombre. En el año 1986 yo era presidente de la Federación de estudiantes de mi universidad. En el año que la oposición a la dictadura había definido como el año decisivo. Sin duda la época de mayor represión que recuerde nuestra historia.
En ese año 1986, se realizó en Santiago el día 20 de mayo una Jornada por la Democracia. En la tarde de ese día, mientras se desarrollaban manifestaciones en apoyo de la Asamblea Parlamentaria Internacional que tenía lugar en un hotel céntrico, la ciudad de Santiago se encontraba acordonada militarmente por numerosas tropas del Ejército y carabineros de Chile. En ese contexto el joven estudiante de auditoría del Instituto profesional de Santiago (IPS), hoy Universidad tecnológica metropolitana (UTEM), Ronald Wood Gwiazdon, tratando de cruzar el puente Loreto, de norte a sur, es asesinado a mansalva por militares que custodiaban el puente e impidiendo la circulación de personas por ese lugar. El joven recibió dos disparos en la cabeza y debido a sus graves heridas fue trasladado por un particular hasta un centro asistencial. Al final su cuerpo no resistió, falleciendo tres días más tarde a causa de un traumatismo cráneo encefálico por disparos de arma de fuego. Algunos testigos presenciales corroboraron haber visto la escopeta en manos de un uniformado y haberla escuchado entre los disparos de fusil.
También en esos días se realizaba en Santiago una Asamblea de la CONFECH (Confederación de federaciones de estudiantes universitarios de Chile). Esta asamblea y en su plenario final, realizado en la capilla universitaria, ubicada en la plaza Pedro de Valdivia, recibimos la triste noticia que el joven universitario de 19 años había fallecido. Era el día 23 de mayo de 1986. En una sobrecogedora asamblea final, muchos de los presentes lloramos y dimos un largo y estruendoso aplauso, a pesar de las amenazas que recibimos de los militares que rodeaban la capilla, de no hacer manifestaciones.
El día viernes 24 de noviembre de este año y después de 37 años de perpetrado este crimen alevoso, la Municipalidad de Santiago, por intermedio del Concejo municipal y la alcaldesa Irací Hassler, le rinden un homenaje, cambiando el nombre del puente Loreto a puente Ronald Wood Gwiazdon. A esta ceremonia asistieron numerosas personalidades ligadas a la recuperación de la memoria, junto a la actual rectora de la UTEM.
En el acto hicieron uso de la palabra las hermanas mellizas de Ronald Wanda y Katia Wood, donde agradecieron la enorme concurrencia y también a la Municipalidad de Santiago, por este acto de reparación y memoria a su hermano Ronald.
Fuente: Polítika