Casi 40 personeros del mundo público y privado llegaron de noche a su departamento a hablar de temas como la reforma previsional, la situación de las AFP, el escenario político y económico, de la industria salmonera, del proceso constitucional, entre otras materias. El perfil de este lobista, candidato fallido a senador y alcalde, militante de la UDI y fundador de la empresa “PZ Comunicaciones”, desde donde presentan un elogioso currículum. Surgió la duda de si es un nexo con una carta mayor que juega a escondidas, y si no es así, se sostuvo que “está dando cuenta del deterioro de la política y la baja de la calidad en las interlocuciones y las formas”. Pablo Zalaquett fue lobista y asesor de FIDEN, gremio que tiene que ver con las máquinas tragamonedas y desde esa posición fue investigado por estafa e irregularidades, aparte de hacer lobby en esa ocasión con personeros de Gobierno y del Congreso. Y fue formalizado en el Caso Penta. Las diferenciadas posturas ante el caso, la polémica de si aplicaba o no la Ley del Lobby, y el registro de los participantes en los encuentros en Lo Barnechea.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”.¿Pablo Zalaquett se convirtió en el zar del diálogo dentro del mundo gubernamental, empresarial, financiero, legislativo y político?
Esa y otras interrogantes sensibles surgieron después de que se supiera -por un reportaje en Ciper y otras notas informativas, no por transparencia de las y los incumbentes- que seis ministras y ministros, al menos 10 legisladores, tres presidentes de partidos políticos, 16 representantes del mundo empresarial y financiero y unos cuantos analistas, fueron de noche, en varias y distintas oportunidades, al departamento de Zalaquett en la comuna de Lo Barnechea. Varias de esas interrogantes siguen abiertas.
Una de ellas es si este lobista es un nexo con una carta mayor que juega a escondidas.
Si no es así, como dijo un columnista en privado, “si es mérito propio de Zalaquett toda esta trifulca, está dando cuenta del deterioro de la política y la baja de la calidad en las interlocuciones y las formas”.
El tema no es sólo la característica de los casi 40 personeros del mundo público y privado que llegaron al living de Zalaquett a tomar té, café, algún trago y cenar o comer quesitos y galletas.
Son también los asuntos tratados. De “forma general” o como se quiera, y de acuerdo a versiones de algunos de los asistentes, se habló de la reforma de pensiones, la situación de las AFP, de la industria salmonera, de las próximas elecciones, la labor legislativa en el Congreso, el proceso constituyente y el plebiscito del 17 de diciembre pasado, de la crisis de las Isapres, la mirada que tienen los gremios empresariales frente a los escenarios-país, de la contingencia política, el cuadro económico y posturas de los partidos políticos frente a la coyuntura nacional abordando de pasada asuntos como “la crisis de seguridad”.
El formato fue de charlas, talleres, exposiciones, diálogos, intercambios espontáneos, de acuerdo a las pocas versiones que se han podido recoger. Es una suposición, pero en un living, con café y comida, pudo haber conversaciones más informales y algún trasvasije de datos, antecedentes y anécdotas.
Una pregunta que surge para los asistentes es si no levantó inquietud, suspicacia o dudas saber que se iba al departamento de un lobista, militante de la UDI, alguien que fue indagado y formalizado en casos de corrupción. ¿O se pensó que todo eso quedaba a un lado porque era fuera de horario laboral, al atardecer o de noche, en un domicilio particular, en un espacio privado o secreto? La pregunta incluye a los asistentes y a sus asesores.
También surge la duda respecto a la asistencia de un grupo de ministras y de ministros. ¿Se orientó esa asistencia desde alguna instancia, considerando que fueron seis, o actuaron autónomamente, cada una y cada uno?
También ha causado extrañeza el rol del exdiputado del Partido por la Democracia, Jorge “Koke” Insunza, porque a pesar de que se le atribuyen contactos en el oficialismo, no está muy claro en el sector que tenga “tanta llegada y tan buena llegada” como para incidir en la asistencia de miembros del gabinete y presidentes de partidos a encuentros en la casa de Zalaquett. Pero es una duda, porque puede que sí tenga buenos vínculos.
Por lo demás, fue quedando claro que Insunza no trabaja con Zalaquett, sino que lo ayudó en tomar contactos.
Como sea, Pablo Zalaquett jugó un papel central. Convocó, coordinó, hizo de anfitrión y tendió puentes.
Reunió en muchas y distintas ocasiones a un grupo de ministros, legisladores, presidentes de partidos, representantes del empresariado y grupos financieros, de la industria salmonera, de las AFP, y otras. ¿Qué más puede pedir un lobista?
Aunque no haya cobrado. Porque con esa capacidad de aglutinación, se consolidaba su empresa “PZ Comunicaciones” y cuesta pensar que todo tiene un sentido altruista.
Un perfil controvertido
Pablo Zalaquett es un candidato fallido a senador (por Santiago Poniente) y a alcalde (por Vitacura), estuvo indagado y formalizado en procesos judiciales por corrupción, hace tiempo en su partido -la Unión Demócrata Independiente- lo miran con distancia, y venido a menos en la política decidió retirarse.
Entonces, como otros políticos, creó una empresa consultora, de lobby, de estrategia política y comunicacional, “PZ Comunicaciones”.
Algo que explica, en parte, su capacidad de convocatoria y su labor como lobista es que mantuvo contactos con personeros políticos, sobre todo de derecha, pero también algunos del actual oficialismo, tiene varios familiares y amigos en puestos clave en grandes empresas y consorcios y lo ayuda su origen familiar libanés.
Claro que -¿lo sabían quienes concurrieron a su departamento?- fue lobista y asesor de FIDEN (la Asociación gremial de operadores, fabricantes e importadores de entretenimientos electrónicos), que tiene que ver con las máquinas tragamonedas y desde esa posición Zalaquett fue investigado por estafa e irregularidades, en el proceso conocido como Caso Tragamonedas. Uno de los episodios que él vivió fue el allanamiento de su casa.
En una nota de Ciper de la época, se dijo que “Zalaquett es indagado por tráfico de influencias: su red incluía a autoridades del gobierno, Congreso y del Tribunal Constitucional”.
Es decir, no es la primera vez que recurre a esas instancias para hacer lobby y los actuales asistentes a su hogar, se supone, debían saber lo que hizo unos años atrás contactando autoridades gubernamentales, legisladores, jueces y empresarios.
Se suma que fue formalizado en el Caso Penta, por delito tributario, todo ligado al financiamiento ilegal de actividades políticas y electorales.
Pablo Zalaquett es ingeniero comercial de la Universidad Católica, hizo sus estudios secundarios en The Grange School, dirigió el comando juvenil de la candidatura presidencial del pinochetista Hernán Büchi, fue alcalde de La Florida y de Santiago.
En su desempeño de jefe comunal ordenó la represión de estudiantes el 2011 y el desalojo de liceos; frente al recrudecimiento de las protestas estudiantiles, deslizó que pediría la presencia del Ejército en las calles. Fue cuestionado por su autoritarismo y mantener posturas de “la derecha dura”.
Zalaquett apoyó a Javier Macaya para que se convirtiera en presidente de la UDI, pero se dice que no cumplió un rol muy activo o relevante. “Zalaquett está de medio pelo en el partido” se comentó en estos días.
En un reportaje del diario La Tercera a propósito de las visitas a su departamento, se indicó que organizó estos encuentros “replicando lo que había hecho en el CEP (Centro de Estudios Públicos) durante el régimen militar cuando reunía -entre otros- al empresario Eliodoro Matte y al RN Sergio Díez, con el DC Patricio Walker y el PS Carlos Portales”.
Una fuente de la derecha, que pidió no ser mencionada, sostuvo que “en los años ochenta y noventa había encuentros en casas y oficinas particulares, en restaurantes e incluso en espacios institucionales, pero eran entre altos personeros donde se tomaban decisiones, se representaban instancias fuertes y los convocantes eran de reconocido valor político. Lo de ahora es muy extraño, no entiendo cómo van donde Zalaquett, no entiendo cómo él consigue eso”.
En Linked-in de “PZ Comunicaciones” se dice de Zalaquett que es “servidor público por naturaleza. 13 años de vida política siendo alcalde de La Florida y de Santiago. Empresario dedicado al área de comunicaciones corporativas, marketing y publicidad”.
Desde el Portal de la empresa se informa que el lobista “en 1993 fundó y presidió la Fundación Generación Empresarial, la que llegó a ser el referente más importante en Chile para el impulso del espíritu corporativo y la responsabilidad social. Dentro de su experiencia en el mundo de las comunicaciones, destaca su cargo de director del Diario Financiero; asesor gremial y comunicacional de la Cámara Nacional de Comercio; y socio director de Hill & Knowlton Captiva en Chile, una de las más prestigiosas agencias de comunicaciones estratégicas a nivel nacional e internacional. Actualmente es socio fundador de PZ Comunicaciones”.
Para explicar o justificar todo este episodio, el lobista manifestó lo siguiente a Ciper: “Esta iniciativa nace porque hay dos mundos que no conversaban y solo imperaba el prejuicio y la desconfianza mutua. Con ello se estaba manteniendo y acrecentando el clima de polarización que ha predominado en nuestro país hace muchos años y que no permite salir del estancamiento en que estamos. Siempre he creído que más allá de poder tener ideas distintas, el solo hecho de poder conocerse como persona e ir creando puentes de confianza puede permitir con el tiempo sacar a Chile adelante”.
Eso va en la línea de convertirse en un zar del diálogo, en un personaje influyente de la elite, en un puente entre personajes del mundo público y privado que están confrontados y no conversan. ¿Puede ser realmente ese su rol?
Posturas frente al episodio
No hay acuerdo en el escenario nacional respecto a lo ocurrido en torno del lobista Pablo Zalaquett. Unos sostienen que está bien dialogar y no cuestionan el lugar ni el anfitrión, otros sostienen que es impresentable y una desprolijidad haber aceptado esa invitación, incluso hay quienes apuestan, en el oficialismo y el sector privado, a que “la tormenta pasará”.
Claro que surge una interrogante más allá de la conversación entre personeros políticos, empresarios y columnistas. ¿Qué piensa, qué percibe, qué concluye la ciudadanía? Quizá recienta este hecho, quizá no, quizá la sea indiferente. Pero es un misterio que no resolverlo puede tener alguna consecuencia. Probablemente, sólo como dato, haya que esperar alguna encuesta o focus group.
Lorena Pizarro, diputada del Partido Comunista, manifestó que lo ocurrido “es una mala práctica” y añadió que “quienes hacemos política estamos enfrentados a un escrutinio en el cual hemos reprobado por cosas como estas”.
En esa línea, el jefe de la bancada parlamentaria del PC, Luis Cuello, dijo en ElSiglo.cl que “hay una distancia, una desconfianza en la ciudadanía que resulta atendible” conociéndose estas situaciones. Agregó que ese diálogo “pudo haber sido enfrentado de otra manera, de una mejor forma, porque lo sucedido ha contaminado la discusión de fondo respecto a reformas y otros temas”.
El legislador de Convergencia Social, Gonzalo Winter, expresó que “no hay ningún problema con mantener conversaciones…pero debiera haber sido de otra forma”.
En otra mirada, Guillermo Ramírez, diputado de la UDI y asistente a los encuentros en Lo Barnechea, planteó que es “importante separar la paja del trigo. Una charla es una charla, un conversatorio es un conversatorio, un debate es un debate y el lobby es un lobby”.
Rodrigo Galilea, presidente de Renovación Nacional, que también fue al departamento de Zalaquett, fue más allá y sostuvo: “Acá muchas veces se inician cazas de brujas que para mí no tienen el más mínimo sentido y creo que en este tema nos estamos acercando a una caza de brujas que es bastante insensata”.
Ahora bien. Entrevistada por Ciper, la directora ejecutiva de Chile Transparente, María Jaraquemada, indicó que “lo que busca la ley (de lobby) es registrar toda actividad cuyo objetivo sea influir en decisiones públicas, independiente de dónde y cuándo se lleve a cabo. Bajo esa perspectiva, estas conversaciones debieron comunicarse públicamente”.
Agregó: “Que un ministro diga que estas conversaciones no debían, necesariamente, ser ventiladas al público porque se realizaron fuera del horario laboral, o porque no tocaron temas específicos como proyectos de ley, está haciendo una interpretación muy restrictiva de la ley (de lobby). Y esa interpretación afecta derechamente al buen funcionamiento de la normativa. Creo que correspondía transparentarlas a la ciudadanía”.
Sin embargo, el Presidente Gabriel Boric, al comentar la presencia de seis integrantes de su gabinete ministerial en encuentros en el domicilio de Pablo Zalaquett, enfatizó que “acá no ha habido ningún incumplimiento de ley”.
Y sostuvo que “el mandato que yo le he entregado a nuestro Gobierno, a todos nuestros colaboradores, es que se reúnan con todas las actorías para sacar adelante acuerdos que vayan en beneficio del pueblo de Chile, y los ministros en específico se han referido en particular a estos temas. Eso se tiene que hacer en el cumplimiento de la ley. Eso es lo que se ha hecho en este caso”.
En tanto, la ministra Camila Vallejo, vocera de Gobierno, dijo a Ciper que “la ley obliga a registrar las reuniones que tienen por finalidad obtener una decisión de parte de la autoridad. Estas conversaciones no son el caso, porque se trata de reuniones destinadas a abordar antecedentes generales sobre materias relevantes para las respectivas carteras”.
El registro de asistentes
Al cierre de esta nota, extraoficialmente se dijo que en el Gobierno están averiguando si aparte de las seis ministras y ministros hay otras autoridades que asistieron a las charlas, talleres o diálogos en el domicilio del lobista Zalaquett.
También se estima que podría haber más legisladores asistentes a esos encuentros y que probablemente de empresas y grupos financieros surjan más nombres.
De acuerdo con el reportaje de Ciper dando a conocer toda esta situación, notas de otros medios y declaraciones de algunos personeros, el siguiente es el registro de personas a las que convocó y coordinó Pablo Zalaquett.
Ministras y Ministros.
Nicolás Grau, Economía. Maisa Rojas, Medio Ambiente. Jeannette Jara, Trabajo y Previsión Social. Carolina Tohá, Interior. Esteban Valenzuela, Agricultura. Alberto Van Klaveren, Relaciones Exteriores.
Empresarios, financistas.
Andrés Trivelli y Andrés Bulnes de “Larraín Vial”.
Susana Jiménez, Grupo Luksic y vicepresidenta de la Confederación de la Producción el Comercio.
Ricardo Mewes. Presidente de la Confederación de la Producción el Comercio (CPC).
Oscar Hasbún. Vicepresidente de la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA).
Juan Carlos Chonali y Jaime Munita, presidente y gerente general, respectivamente, de AFP Capital.
Andrés Merino. AFP Provida.
Sady Delgado y José Guzmán de Aqua Chile.
José Ramón Gutiérrez y Cristian Sweet de Multiexport.
Rodrigo Sarquis, de Blumar.
Andrés Santa Cruz, expresidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).
Roberto Izikson. Gerente general de CADEM.
Carlos Correa Bau, analista, exencargado de comunicaciones de la campaña En Contra.
Rodrigo Sarquis. Empresario de la industria pesquera.
Lucía Dammert. Académica.
Legisladores y dirigentes políticos.
Sergio Gaona. Senador de la UDI.
Eric Aedo. Diputado de la DC.
Paulina Vodanovic. Presidente del PS.
Alberto Undurraga. Presidente de la DC.
Rodrigo Galilea. Presidente de RN.
Francisco Undurraga. Diputado de Evópoli.
Juan Santana. Diputado PS y presidente Comisión de Trabajo y Previsión Social.
Guillermo Ramírez. Diputado UDI.
Rodrigo Delgado. Exministro de Interior, candidato a alcalde.
Álvaro Elizalde. Cuando era senador.
Jaime Quintana. Senador del PPD.
Ximena Rincón. Senadora de Demócratas.
Matías Walker. Senador de Demócratas.
Juan Antonio Coloma. Senador de la UDI, actual presidente del Senado.
Rodolfo Carter. Alcalde de La Florida.
José Miguel Insulza. Senador del PS.
Foto: «PZ Comunicaciones»